Cambia tu modo de hacer las cosas

«No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo» ese es el primer pensamiento de Albert Einstein y aunque quizás sea una altivez por mi parte comenzar esta entrada parafraseando a tal eminente personaje, no le falta razón cuando pensamos en algo tan sencillo y de lógica tan aplastante que se resume en la frase «mismas acciones, mismos resultados».

Quizás los procesos de cambio no son absorbidos con facilidad por la mayor parte de las personas, pero son necesarios para poder evolucionar, tanto individual como socialmente.

Realmente traumático! Quizás eso es lo primero que pensamos cuando hablamos de cambio. Llega a ser tan difícil realizar un cambio a gran escala, que incluso las grandes industrias son reticentes a ello. Muchas de ellas se basan en la premisa «si algo funciona, no lo toques» ya que si el beneficio no es amortizable a corto, medio plazo, no les compensa llevar a cabo tal acción.

Pero lo cierto es que necesitamos cambiar, es necesario realizar procesos de renovación, vistas del mundo con otra perspectiva,  otros ojos, aunque cueste mucho e incluso no sea rentable a ningún nivel físico o lógico medible, pero lo cierto es que enriquece, hace que aprendamos sobre nosotros, nuestros productos, nuestra empresa, nuestro entorno. Introducir en nuestro ambiente habitual una palanca que nos haga salir de nuestra posición de comodidad puede hacernos crecer exponencialmente o destruirnos y en última instancia, que es la más importante, aprender tanto de lo que hemos realizado correctamente como aprender a través de las acciones erradas.

Jugamos con ventaja. Las personas son adaptables a cualquier cambio en el entorno. Siempre se sobrevive, pase lo que pase, ya que por suerte o no, tenemos capacidad de adaptación a muy corto plazo. Otro debate es si nos gusta en mayor o menor medida, pero siempre es posible hacer las cosas de otro modo, con lo cual no hay razón para alarmarse.

Hace poco escuché una magnífica frase para enfrentarse a cualquier situación: «Piensa en lo peor que puede ocurrir y el miedo desaparecerá» Quizás estas últimas palabras os sirvan a muchos para poder arriesgaros y embarcaros en la odisea de hacer realidad vuestros sueños.

Un abrazo.